Un grifo de cocina debe ajustarse al diseño de los muebles y al estilo de la estancia. Son muchos los modelos que existen por lo que hay que tener en cuenta las características que mejor se adaptan a tus necesidades.
Lo primero que tener en cuenta es si la instalación es en la pared o en la encimera. Asimismo, hay que fijarse en las medidas de las tomas de los grifos, ya que la mayoría son fijas. En el caso de una instalación en la pared puede contar con unas u otras medidas de separación. Por el contrario si se trata de una instalación de grifos en el fregadero puedes escoger entre una mayor variedad de modelos.
El caño con el que cuenta el grifo también es una característica importante en la que hay que fijarse. Si cuentas con un fregadero de gran tamaño puedes optar por un modelo con caño alto, además este tipo de modelo permite llenar de agua los recipientes más fácilmente.
También puedes optar por un caño flexible que permite extraer parte del grifo, pudiéndose utilizar a mayor distancia. Otra posibilidad es decantarse por un caño horizontal en el caso de no contar con mucho espacio superior. Asimismo, en esas circunstancias se puede optar por un modelo con caño invertido.
Algunos modelos permiten un mayor ahorro de agua, logrando reducir hasta un 50% el consumo de agua. Por lo que si quieres reducir tu factura del agua y ser más respetuoso con el medioambiente es mejor optar por un modelo con doble posición.
Según el tipo de instalación y el tamaño del fregadero deberás optar por uno u otro estilo. Sobre todo hay que optar por el que aporte una mayor comodidad y facilidad en el día a día.
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Tipos de grifos
Grifo bimando: son los modelos que cuenta con dos mandos, uno de agua caliente y otro de agua fría. Por lo que se permite la regulación del caudal y la temperatura. Para lograr un punto de temperatura medio, hay que utilizar ambos mandos para que se mezcle el agua caliente con el agua fría.
Grifo monomando: se tratan de los modelos que cuenta con solo un mando para regular tanto el caudal como la temperatura del agua. Suelen ser los que cuentan con una mayor facilidad de uso ya que solo hay que moverlo o girarlo para conseguir la cantidad y temperatura de agua deseadas.
Grifo termostático: es la opción más moderna ya que ofrece dos mandos, uno con el que se regula el caudal del agua y el otro con el que se escogen los grados de temperatura del agua. Ofrece un control mucho más preciso de la temperatura y el flujo del agua, por lo que suelen ser modelos más caros.